Anclados a la Roca: Salmos 62:7

¿Alguna vez te has sentido como un barco en medio de una tormenta, sin rumbo ni dirección? Hoy queremos recordarte que, aunque la vida te sacuda, puedes permanecer firme y estable. ¿Cómo? Anclándote en la Roca que nunca se mueve: Dios.

Imagina que estás en medio de un río tumultuoso, con corrientes que te arrastran hacia abajo. Pero de repente, encuentras una roca en medio del caos. Te agarras a ella con todas tus fuerzas y, aunque el río sigue moviéndose, tú permaneces firme. Esa roca es Dios. Su presencia en tu vida es el ancla que te mantiene estable, incluso en los momentos más turbulentos.

Preguntas para reflexionar:

¿En qué momentos de tu vida te has sentido como un barco en medio de una tormenta? ¿Cómo has encontrado estabilidad y paz en medio del caos?

¿Qué te impide anclar tu vida en la Roca que es Dios?

Conclusion:

Así que hoy, en medio de la tormenta, recuerda que Dios es tu Roca. Anclate en Él y permanece firme. No dejes que las circunstancias te definan, sino que deja que la presencia de Dios sea tu estabilidad y tu paz.

Gracias por unirse a nosotros en esta reflexión. Que la presencia de Dios sea tu ancla en medio de la tormenta. ¡Hasta la próxima!